domingo, 12 de octubre de 2008
madrid
En septiembre cambiamos de decorado,partimos hacia Madrid en un viejo tren de esos que aún se ven por el sur.siete horas no demasiado largas por el consuelo de los auriculares que permiten escuchar la radio, música clásica actuando como temple a los nervios que provocan los cambios.El paisaje va cambiando a medida que recorremos kilómetros y kilómetros por la antiguas vias.Llega un momento que todo es tan llano que resulta aburrido; la prohibición de fumar hace el viaje aún más pesado, dejando como única opción para el entretenimiento ir a la cafetería o leer un periódico después de agotar el asunto de la música.El tren ha llegado puntual.Nos recibe la estación de Atocha con cientos de pasajeros .A la salida,un hombre de mediana edad,con muletas, me pide un cigarrillo.Descubro el monumento en homenaje a las víctimas del 11 de marzo.La emoción aparece y casi tengo ganas de llorar.
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2 comentarios:
EXCELENTE BLOG
UN SALUDO
Hola,gracias por entrar, también visitaré tu blog...en cuanto al mio tengo mucho que aprender.Abrazo.
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