Tras el cristal los ojos observan casi con dificultad la montaña, el mar, alguna gaviota. El polvo y el salitre se quedaron ahí empañando la ficticia mirada. Capturó palabras, risas, lágrimas, ojos huidizos, el llanto de algún bebé y el maullido de algún gato ladrón de comida. Hoy, miramos la mansedumbre del mar en la Isleta.
3 comentarios:
Me gusta la foto. Efectivamente alli se ve capturado por el salitre, las risas, las lagrimas y esas palabras
Un abrazote
Melancólica y serena mirada que me transporta y me hace recordar ese lugar.Un abrazo.
Alberto,este sitio me encanta.aunque no es lujoso es muy acogedor y ahí he pasado muy buenos momentos.Abrazo claro.
Sigma animaté un día y vente por allí.Pues eso,invitada estás.Besos.
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