heliografía
1974
El lienzo estaba tan limpio que durante varios días no se atrevió a mancharlo por lo que pudiera ocurrir que a veces, los pinceles parece que los carga el diablo, además hacia tanto calor…; temía que la pintura se estropeara; como si no supiera que el aceite repele al agua, pero ¿y al sudor?; se permitió un largo descanso esperando que pasara el pegajoso verano por si acaso, de nuevo, volvía la inspiración, abandonada durante un período repleto de visitas, amores, playa y siesta interminable. Descuidada y casi humillada se resistía a presentarse de nuevo en su vida.
Casi de madrugada, se levanta, nerviosa, coge el pincel y descubre la maravilla de su autónomo trazo, la cremosidad, las luces que le ofrecen los colores, ya rendidos, al latir ansioso de su corazón y de su mano.
Casi de madrugada, se levanta, nerviosa, coge el pincel y descubre la maravilla de su autónomo trazo, la cremosidad, las luces que le ofrecen los colores, ya rendidos, al latir ansioso de su corazón y de su mano.
4 comentarios:
Asi es como debe funcionar la genialidad creativa de un artista
Besos
La entrada se me ocurrió ante el desánimo de una persona que pinta y creo que muy bien que se quejaba de su falta de inspiración.Cuando de nuevo a empezado a pintar le ha cambiado hasta la expresión. Creo que realmente ha llegado a experimentar la felicidad de crear algo que no siempre está reservado solo para los genios.Abrazo.
Al final del verano, siempre es difícil, como bien dices: "presentarse de nuevo en su vida"
besos
Alberto,al final del verano parece que todo se ordena, que vuelve la rutina, a veces necesaria para tener un cierto orden o tranquilidad y asimilar lo que hemos vivido y es posible que asome la inspiración.Abrazo.
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