viernes, 17 de junio de 2011
El rey
Tan bello es su penacho dorado que se pasea ufano y erguido por el recinto enjaulado levantando de vez en cuando una pata. Con pasos cortos, se exhibe mirando de reojo a sus compañeras, dejando constancia de su poder, incluso atreviéndose a romper distancias en su intento de dominar a esas preciosas gallinas con las que convive.
Hace pocos días que el hombre trajo un ejemplar de gallo pequeñito.Todos andan revolucionados, unas por la belleza incipiente que se ha instalado en el gallinero, el otro porque empieza a notar que su poder puede quedar mermado por tanta novedad y hermosura. Su cresta se tornó más roja, su dorado, más reluciente, desafiando al intruso.
Que él siempre se ha sentido guerrero, y no es hora de rendirse.
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4 comentarios:
¡Qué texto y qué gallo tan precioso!.
Enhorabuena por descubrir la verdadera hermosura.
Hola,jaja,las excursiones a veces dan mucho juego,un día encantador;hacía mucho tiempo que no veía un gallinero.Abrazo.
Me he reído con la ironía. Muy bueno.
Isabel,bueno, espero que no haya malentendidos,hablo de un gallito
presumido, nada más,pero es cierto que se puede interpretar de muchas maneras.Muchos besos.
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