El círculo situado en el centro atrae de manera especial a
todos. Desde más arriba observo pequeñas figuras perdidas. Siempre posan sus
pies en el mismo sitio. Como si de un imán se tratase parece dispuesto a
engullirlas, pero no es así, pues asombradas por lo que contemplan huyen
rápidamente hacia otros rincones menos bellos donde no se les revuelva el alma
con tanta perfección, que la belleza puede desarmarlos del todo, quedando su
cuerpo desvalido y vulnerable.
2 comentarios:
Es instintivo: tendemos a la belleza, a la simetría, a la perfección..., pero somos también feos, asimétricos e imperfectos, amén de contradictorios. Humanos, pedacitos de materia con afán de eternidad.
Un beso.
Es cierto Isabel, incluso en la imperfección podemos encontrar la belleza. Preferí imaginar que era el círculo lo que les atraía con todo lo que simboliza. Abrazo.
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