viernes, 29 de noviembre de 2013

Centrados


El círculo situado en el centro atrae de manera especial a todos. Desde más arriba observo pequeñas figuras perdidas. Siempre posan sus pies en el mismo sitio. Como si de un imán se tratase parece dispuesto a engullirlas, pero no es así, pues asombradas por lo que contemplan huyen rápidamente hacia otros rincones menos bellos donde no se les revuelva el alma con tanta perfección, que la belleza puede desarmarlos del todo, quedando su cuerpo desvalido y vulnerable.
 
 
 
 
 



 

2 comentarios:

Isabel Martínez Barquero dijo...

Es instintivo: tendemos a la belleza, a la simetría, a la perfección..., pero somos también feos, asimétricos e imperfectos, amén de contradictorios. Humanos, pedacitos de materia con afán de eternidad.
Un beso.

bambu222 dijo...

Es cierto Isabel, incluso en la imperfección podemos encontrar la belleza. Preferí imaginar que era el círculo lo que les atraía con todo lo que simboliza. Abrazo.