domingo, 28 de junio de 2009

Recompensa. Pequeño homenaje a Cristobal.

El lector final. La carta.
1950, Antoni Tápies
En el pequeño salón-recibidor-cuarto de estar de su humilde casa, enmarcado y colgado en la pared luce el diploma que a sus casi ochenta años le otorgó el presidente. A su memoria asoma el campo de trabajo al que destinaron a los diecisiete años por actividades subversivas; la mina, los compañeros, el desprecio o la amistad de un país ajeno, el lenguaje extraño, la mujer que le acompañó toda su vida, el hijo, la estufa de carbón, la foto de su añorada tierra aragonesa.

El cartero entregó la carta que ya no esperaba, la leyó y se puso a llorar.




3 comentarios:

Alberto dijo...

Lo mas impresionante es la cantidad de historias similares...el no fue la excepción, fueron muchos..
Un besote

sigma dijo...

¿ Hablas del padre de R.?¿Es el reconocimiento de su pasado trabajo lo que le puede provocar tanta emoción,,,después de tanto?.Algún consuelo,al fin.Un beso.

bambu222 dijo...

Alberto,pues es la única historia cercana que conozco, no sé si por suerte,pues así me evito sufrir.Abrazo.
Sigma,te diré que aunque este hombre no participó directamente en la guerra civil,tenía 17 años,
fue condenado a un campo de trabajo....en fin que no vuelva a repetirse...ya te contaré.Besos.