Foto:
Quica Valls
Vaya, me han descubierto; y yo, que estaba aquí disfrutando de mi soledad solo interrumpida por murmullos desconocidos, huellas de caminantes solitarios, ruidos de tractor de vez en cuando , el desperezar mañanero de las flores o el baile de esas rubias que no dejan de contonearse para atraer al viento. No deja de asombrarme que a pesar de mi edad aún alguien me dedique algún piropo. Y es que los años también tienen tanto encanto como mis arrugas sinuosas que no paran de ascender y mirar al cielo.
Desde hace años en mi centro, colocan pequeñas casitas habitadas por seres inertes, callados. Pero estos, no molestan.
3 comentarios:
Desgraciadamente ya no debe quedar ningun sitio que este realmente solo.Aunque me ha gustado eso de piropear a una montaña
Besos
Bonito nombre, Sole; siempre soleada de lucidez.
Un besote
Hola Juanjo,la imagen que se ve en el centro corresponde a un cementerio;con esto, si cobra sentido el tema de la soledad aunque en este caso, me refería a las dos soledades.También a mí me extrañó que apenas nos cruzáramos con algún coche,en estos tiempos te sorprendes.Abrazo.
Hola Gemma,maga,a mí lo que me gusta es tu facilidad para jugar con las palabras.Abrazo grande.
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