Carminum 1, 11
No pretendas saber, pues no está permitido,
el fin que a mí y a ti, Leucónoe,
nos tienen asignado los dioses,
ni consultes los números babilónicos.
Mejor será aceptar lo que venga,
ya sean muchos los inviernos que Júpiter
te conceda, o sea éste el último,
el que ahora hace que el mar Tirreno
rompa contra los opuestos cantiles.
No seas loca, filtra los vinos
y adapta al breve espacio de tu vida
una esperanza larga.
Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso.
Vive el día de hoy. Captúralo.
No fíes del incierto mañana.
Horacio
Odas
Traducción de Luis Alberto de Cuenca
2 comentarios:
¡Carpe diem!
Un gozo volver a leer esta oda en los inicios del año.
Feliz 2014.
Isabel, me ha servido de meditación. Espero tomar nota. Abrazo.
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