Una pompa de jabón refleja el arco iris en su interior mientras el tiovivo de madera repleto de chiquillos da vueltas muy despacio para no asustar a los niños. Más allá un músico aficionado inunda el espacio de una música suave. Neptuno preside el centro de la plaza con un brazo roto, desvalido, sostenido por cuatro atlantes pesados y toscos. Atardece y los turistas asisten asombrados cámara en mano a la belleza mutante de la plaza en una tarde de septiembre.
3 comentarios:
Vaya, ¿andas por aquí...? Dame un toque y nos tomamos algo una tarde :-)
Un beso.
Bonita imagen...parecería que tiene música
Un abrazote
Hola Joaquín,gracias por pasarte por aquí,por degracia lo bueno no dura mucho,he estado unos días en Granada disfrutando de la ciudad en plan tranquilo,la próxima vez que vaya te doy un toque y nos vemos.Abrazo.
Alberto,esa tarde la plaza estaba particularmente animada de gente mayor y de chiquillos y disfruté con ese paseo al atardecer.Besos.
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