Quica Valls
La dulce amapola de un rojo intenso, no acorde son su frágil naturaleza, de hojas delicadas que casi se desprenden con solo rozarlas y amenazada según hombres expertos, resiste en la montaña ajena a su poder de seducción; todos querrían tocarla, arrancarla para un lucimiento efímero, destinarla a pócimas para niños que conducen a bellos y tranquilos sueños. En su puesto de vigía resiste el paso del tiempo. El peligro ha tejido una coraza para preservarla del ataque mortal de los destructores guerreros negros.
2 comentarios:
La naturaleza....bella y cruel a la vez
Besos
Me llamó la atención que resistan el viento,el calor,creo que está protegida pues corre peligro de extinción; es un flor bonita y bo merece la pena cortarla pues se marchita en un rato.Abrazo.
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