de luz fluorescente roja,
verde y amarilla.
Óleo sobre lienzo.
1993,1994
Guillermo Pérez Villalta
Seis eran los días que faltaban para alcanzar su objetivo; su hija tenía seis años, hacía seis que no se veían. Cuando pensaba en ella sus sienes se abultaban, un intenso dolor se expandía como una corriente por su cuerpo; el vello crecía desordenadamente, tanto, que ningún tipo de depilación resultó efectivo; un apéndice extraño se abrió camino en la parte baja de su espalda inundándolo de dolores insoportables. Acudiría a la cita.
Ella asomó espléndida al final del callejón envuelta en un halo dorado que enmarcaba la luminosidad de su cabello.
Cuando intentó tocarla, se desvaneció con la rapidez de un tornado apuntando su estela al cielo, dibujando entre las nubes el número maldito.
4 comentarios:
Inquietante, misterioso y muy triste, pero a pesar de ello suena muy bien.A ver como sigue .Un abrazo.
Los cuadros de Pérez Villalta me gustan mucho, no los había visto antes.Mejores que los de su última exposición de la Soledad Lorenzo, desde mi humilde opinión, claro. Se pueden ver en la página de la propia galería, y también se puede leer el texto que escribe el autor. Me da la sensación de que el negocio de su obra, siempre vende todo, no le facilita la salida hacia otros cauces diferentes.Otro abrazo.
Hola Sigma, a mí me gusta más el último Pérez Villalta;en cuanto al negocio, puede hacer lo que quiera supongo que dependerá del sentimiento de cada uno con respecto a su obra.Abrazo.
El texto por ahora no sigue.Mi idea era que sus deseos y la bondad posible son arrebatados por la idea del mal.Besos.
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