Georgia O´Keeffe
1919, óleo dobre lienzo
Museo de Arte de Filadelfia
Amasaba la arcilla con la mirada perdida. Hundía sus dedos en el barro protector de la piel formando un círculo en la base, en el lateral y coronándolo con un sol esculpido. Lo cubrió con pintura naranja. y un barniz transparente que se endurecía con el paso del tiempo. Luego, cerró la herida de su adiós con hilo de oro.
5 comentarios:
No sé si ese texto que aompaña la obra de O'Keefe es tuyo... pero es ciertamente magnífico, Bambú.
Un abrazo, ¿vale?
Tiene razón Dédalus: un texto estupendo. Como si amasara con sumo cuidado una idea que le cicatriza.
Beso
Dédalus, gracias,ah, tengo pendiente la lectura de tu libro.
Abrazo.
Mega,gracias mil por tu comentario.TE lo agradezco.BesoTes.
TE debo un TÉ.
El oro no se corrompe con el paso del tiempo, es un material muy valioso, seguro que cicatrizará muy bien.Conmovedor!!.Besos.
Sigma, esta historia cicatrizó bien, su protagonista amasó otra
que sigue vigente y creo que no necesitará más hilo de oro.Abrazo.
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