sábado, 30 de julio de 2011

De paso





No paran de emitir sonidos extraños, el caso es que si escuchas con máxima atención, se intuye toda una conversación plagada de matices diferentes. Llevan ya varios días apostadas en la cubierta de Carrefour planet, como si el nombre les hubiera dado una pista para posarse en el techo repleto de aparatos de aire acondicionado y, de paso, beber el agua que destilan. Parecen ir hacia el oeste, no lo sabemos. El año pasado las vimos por estas mismas fechas. El vencidario anda revolucionado, el vencejo, algún ave rapaz, la salamanquesa silenciosa, la araña, las hormigas, los perros de los tejados y balcones, los gatos de la calle, la alondra persistente; sonidos nuevos, aleteos desconocidos. Han vuelto las turistas intrusas para romper un poco la aburrida monotonía, dar un poco de vidilla a este barrio a veces tan soso, para acallar el desagradable sonido de los coches.
A esta hora, cuando se ha escondido el sol, han enmudecido, pliegan sus alas y advierto que no hay una sola gaviota en el cielo. Se ha hecho el silencio.

viernes, 15 de julio de 2011

UCI

Flor liberada a la vida
Chu Ta



Soy un todo y a la vez una pequeña porción de una tarta de cumpleaños de colores o simplemente un ángel caído. Ahora, con un afilado cuchillo me arrancan un trozo enmohecido y dicen que estropeado. En realidad mi vida no ha sido complicada. Entre aviones y maletas, emprendo ahora mi particular viaje con una pequeña bolsa de recuerdos, amores rotos, música, hijos, y arena derramada como agua entre mis manos cada vez más delgadas. Decidí cortarme el pelo por eso de estar más guapo cuando me pusieran el ridículo camisón y el gorrito verde.
Ya penetró el bisturí en mi carne blanca. Se produjo el sueño más hermoso, el de la nada. Escarban sin piedad entre mis tripas.
Esta tarde de atardecer ventoso despierto del sopor inducido, escucho música de cámara y espero impaciente a que me envíen flores con los colores del arco iris.