sábado, 24 de marzo de 2012

El sol siempre


Me asomo. Veo el cielo dorado con una sombra de tiniebla; pero allí, está el sol orgulloso, resistiéndose a morir. Día tras día, sale de nuevo para animarme a jugar al escondite, siempre insistente, tozudo, pesado; yo, me acerco a la ventana, lo descubro, vuelve a esconderse para que lo busque de nuevo.

2 comentarios:

Isabel Martínez Barquero dijo...

De él debemos aprender siempre: ocultarnos para volver a emerger, caer para volver a levantarnos.
La foto es preciosa.
Un abrazo.

bambu222 dijo...

Gracias isabel,pretendí mandar un mensaje a una persona que hoy ya no está,en fin...Abrazo.