domingo, 23 de agosto de 2009

La sonrisa del Buda

Las flores y las espinas


Chu-Ta
(1626-1725 )


Ajeno a los cristales rotos y a su rival dorado Buda sonríe sentado sobre sus casi invisibles piernas, luciendo enorme barriga depositaria de su respiración más que de alimento. Observa los hechos adornado por un halo luminoso y gesto enigmático. Buda sigue contento, a pesar de todo.

2 comentarios:

sigma dijo...

Por eso estará tan gordo, de tanta calma y pachorra.Besos.

bambu222 dijo...

Sigma, nunca he entendido la gordura del Buda me dá la impresión de que es algo simbólico
aunque la idea de la pachorra y la calma no está mal.Besos.