lunes, 8 de febrero de 2010

Lo que oímos

El disparo

Max Klinger

Aguafuerte, aguatinta y

punta seca

Una conversación entre dos hombres. No les veía la cara. Sus voces se oían en todo el autobús. Allí mismo, contaba el chico, en medio de la calle, le pegó un tiro, era su sobrino, lo levantó dos palmos del suelo, se quedó tirado, desangrándose. Eso no se hace ni con los perros, que si se acercan les das de comer; estaba enganchado y ella también, la hija del comisario, una belleza. Si una vez entré a la carnicería y estaba robando una ristra de chorizos; cuando llegó el dueño lo emperchó y por poco si lo mata; si se lo hubiera pedido se lo hubiera dado, que robar para comer no es delito, si el pan no se le niega ni a un perro. Esos no son ni payos, bueno castellanos, que eso de payos....ni gitanos, son indígenas que para pegar un tiro a alguien....y más si es de tu familia.También mataron al ?, ahora su mujer se ha liado con el sobrino, menuda guarra, si... esa que va tan pintada en el autobús. Mira, hace poco entraron por los menos veinte policías en el bar del moro y se llevaron a unos cuantos, pero a mí no, yo ya he cumplido, ocho años, ahora estoy limpio, estoy cumplido.
La niña de trenzas doradas observa y oye la conversación muy seria, mientras su madre la vocea para que se siente bien.

2 comentarios:

Alberto dijo...

¿la España profunda? ¿la de lorca y Galdós también? ¿la España negra del Caso? Todas las voces terribles también conforman nuestro país...es un drama...¿pero que hacer?
abrazos

bambu222 dijo...

Hola Alberto,esta es la España que veo y oigo muchas veces;tan real que a veces pienso que el pasado sigue muy presente y el supuesto "progreso" es una ilusión.Abrazo.