domingo, 1 de febrero de 2009

Apego


Ese hombre a punto de jubilarse se resiste al destino de la mayoría.Le gusta mandar. Segundo de abordo no tiene naturaleza de líder. Su poder, basado en el grito y malos modales, arraigado en su cerebro se niega a desprenderse de su pequeña parcela. Algún valiente se ha enfrentado con las palabras a sus gestos déspotas. Su vida, común como la de casi todos, mujer, hijos, perro, encuentra una porción de autoridad en este espacio.
En la rutina diaria, un hecho extraordinario lo ha sacado de su ensimismamiento: ha descubierto el baile, dulcificando éste su mirada y sus gestos cuando habla de sus pasos aprendidos.
Día a día va despegándose de ese bastón de mando que ahora le separa de su nuevo descubrimiento.



2 comentarios:

Alberto dijo...

bambu222
Ojalá todos esos hombres (creo que todos conocemos algunos) encuentren algo que finalmente les haga feliz, que les quite la idea erronea que decidir por los demás les puede realizar en la vida.
Mas difícil y gratificante es dejarse llevar por uno mismo, y librar el cuerpo y la mente de tanto encorsetamiento
Un abrazo

bambu222 dijo...

Existe, y creo que el baile le está transformando.Alberto, abrazo.