miércoles, 29 de abril de 2009

Inclemente tiempo

Visage

Paul Ackerman

óleo sobre papel

El perseguidor acechó su rostro angelical y transparente arañando, grabando surcos para hacer visibles las líneas inexistentes, empujarlas a su caída o hacerlas más anchas, más grandes; no conocía lo que vio en el espejo; mirando la foto recordaba una imagen más amable.

4 comentarios:

Gemma dijo...

Las fotos son siempre más engañosas y amables. Al espejo hay que tratarlo siemprelogisho con el mismo desdén con que nos maltrata.

Besazo (y feliz puente)

Gemma dijo...

(donde dice: "siemprelogisho" debe decir: "siempre a secas".

Se me coló la palabra clave ;-P)

bambu222 dijo...

Meguita,buenas, pues sí, a secas,
es lo mejor, al fin y al cabo no siempre el espejo es el único testigo.Abrazo y feliz largo fin de semana par tí.

sigma dijo...

Es la ventaja que tenemos las miopes, que sin gafas "te ves" hasta guapa cuando te miras al espejo.Una fórmula bastante engañosa para consolar la autoestima, pero a veces vienen bien esas pequeñas trampas.Besos.